Reportajes

En la casa Luongo, el Sr Miguel Ángel Luongo Cabello y su esposa la Sra Yolanda Giliberti de Luongo, juntó a Humberto Luongo Cabello y su esposa Goritzia Giliberti de Luongo. El sr Miguel Ángel, el sr Humberto y el Dr Edmundo Luongo Cabello, hermanos estos tres, se casaron con tres hermanas, Yolanda, Goritzia y Olga Giliberti.

Bueno, de acuerdo con lo que me solicitó el Sr. Rafael Vecchio Tepedino, esto es lo que recuerdo de la historia de la Familia Luongo de Caripe, Edo. Monagas, Venezuela; información que obtuve de mi padre, Italo Armando Luongo Giliberti, mis tíos abuelos Edmundo Luongo Cabello, Antonio Luongo Cabello, Amadeo Luongo Cabello, Humberto Luongo Cabello, Arminio Luongo Cabello y muy esecilmente de tío Francisco Luongo Cabello, que fué el mayor de los hermanos y estudió en Italia durante doce años habiendo tenido la oportunidad de conocer detalles de de la familia desconocidos para nosotros en Venezuela. Cabe destacar la gran capacidad de los tíos para alternar con gente de otra generación, como yo y lograr una cómoda amistad que permitiera una tradición oral de información que hoy podemos entender quizás como una valiosa muestra del pasado de nuestra familia. Mi nombre es Miguel Angel Luongo Blohm y soy tataranieto de Don Francesco Luongo Di Stefano, el primer Luongo que llegó a Caripe, aprox. en 1870, quien estaba casado con Doña Mariángela Bianco Caputo, mi tatarabuela. Don Francesco Luongo, era Italiano, de un pequeño pueblo de montaña, llamado Padula, su casa está todavia allí, frente a la Plaza Guillermo II. Al bajar al mar, a pocos minutos, está la Ciudad de Salerno, donde Don Francesco tenía una empresa naviera, que prestaba servicio de transporte de mercancías a sus clientes de la bota Italiana, Sicilia, Cerdeña, Córcega, Grecia, sur de España y Francia, Tunez y Marruecos. Tenían servicio desde Salerno y Nápoles, con cargueros de velas, tipo tres mástiles, todavía no se habían apoderado del mar los buques de vapor.

En la foto  los Rodriguez Luongo y 3 de los hermanos Luongo Cabello: Humberto, Victor y Arminio, acompañado por los hermanos Rodríguez Luongo: Edmundo y Luis Mariano.

La famosa guerra cvil de unificación Italiana, también conocida como la guerra de Garibaldi, trajo como toda guerra, graves problemas económicos, la naviera de Don Francesco Luongo, perdió varios barcos a causa de dicha contienda y éste, viendo en peligro la sanidad de sus negocios, decide invertir en el super lucrativo negocio de la época: el café. Conocido entonces con el sugestivo nombre de "Oro Verde". La gran emigración europea hacia U.S.A., depués de la guerra civil, hizo de aquél país, un mercado gigantesco, demandante de cantiddes de café jamás imginadas. América Latina y Brasil eran los proveedores naturles de U.S.A.

Don Francesco Luongo estuvo en Brasil, Mexico, Costa Rica y Colombia antes de decidirse por Venezuela, para dedicarse al café. Conoció en Caracas al padre Velásquez, descendiente de las pimeras familias españolas que fundaron Caripe y dueño de grandes extensiones de tierra en el pueblo, parte de las cuales compró Don Francesco Luongo, a quien el pueblo y su gente cautivaron totalmente. Para ir a Caripe, hay que ir expresamente, uno no pasa por Caripe yendo a otra región. Esta particularidad conservó a Caripe intacto de la destrucción y muerte causadas por nuestra guerra de independencia. Cuando Don Francesco Luongo llegó con el padre Velasquez quedó asombrado con el clima frío, su gran belleza natural y se quedó cultivando café.
Este fué por así decirlo, el teatro de los acontecimientos que trajeron a Don Francesco Luongo a Venezuela como empresario cafetalero. Salta a la vista que fué un visionario arriesgado con mucho temple, era la época de los vaqueros en U.S.A. y aquí se vivía muy parecido, con peligros de alzamientos y montoneras, apenas comenzaba a gobernar en Venezuela Antonio Guzmán Blanco, después de la larga Guerra Federal.

Algunas de esas familias que llegaron por referencia de Antonio Luongo Bianco: Tepedino, Vecchio, Demary, Mezzana, Pietrini, Leopardi, Giliberti, Martorano, Cirigliano, Simonpietri, Bertuci, Agostini, Marsiglia, Ciliberto.

Don Antonio Luongo Bianco.

Despues de cinco años de casados, Antonio Luongo y Sra. deciden ir a Italia, para que allá puedan conocer a su esposa y tres hijos. Es aquí donde está la explicación de por qué se formaron otras familias  europeas en Caripe, Carúpano y Río Caribe.

Después de saludar a la familia y estar con ellos un buén tiempo, Antonio Luongo, Sra. e hijos, se van de paseo por el Mar Mediterraneo en uno de los veleros de la naviera de la familia. Antonio Luongo había sido el gerente comercial de la naviera y la gran mayoría de los clientes de la misma, eran excelentes amigos, empresarios muy honorables y trabajadores, también afectados por la guerra de Garibaldi, seriamente atraidos por el negocio del café. Cuando Antonio Luongo los visitó les explicó lo bién que le iba en ese paraiso descubierto por su padre y donde había un excelente negocio y calidad de vida envidiable. Además, había muchachas lindas, para los solteros.

Casa Luongo - Caripe

Poco después de la llegada de Antonio Luongo a Caripe de ese viaje donde visitó a sus amigos, empezaron a llegar a Caripe empresarios Italianos y Corsos, que se casaron en Caripe, fundaron casas comerciles y se convirtieron en serios productores de café. Buena parte de los Italianos y Corsos de Carúpano y Río Caribe vinieron por las referencias e información que les dió mi bisabuelo Antonio Luongo Bianco.

José Luongo Bianco, Francisco Luongo Cabello y Antonio Luongo Bianco.

Don Francesco Luongo trabajó intensa y agresivamente en sus nuevas tierras sembrando café. También estableció en Caripe una casa comercial Luongo & Cia. que además de funcionar como banco, daba la oportunidad al pueblo de comprar casi todo lo que se necesitaba; vale decir: implementos agrícolas, aperos y monturas, herramientas, materiales de construcción, ropa, joyería, comida, etc. Pero, sobre todo, por primera vez hubo en Caripe quien le fiara al pueblo mercancias y quien financiara a los demás productores de café SIN USURA y permitiendo también a dichos productores, exportar su café a U.S.A. y Europa, ayudando así al pueblo y a toda la región en su inevitable desarrollo. Conversando con el Sr. Manuel Guevara Pietrini, distinguido hijo de Caripe, me contaba que la forma de trabajar de Don Francisco, quedó tatuada en el refranero popular del pueblo de Caripe; todavía se dice comunmente: "Hay que trabajar como le gusta a Luongo" Significa trabajar mucho, sin demora y haciendo bién las cosas.

Sin dudas, el tatarabuelo fué único. Transcurridos cinco años de su partida hacia América, en Padula no se sabía nada del paradero de Don Francesco. Doña Mariangela Bianco de Luongo se reune con sus tres hijos, Antonio Luongo Bianco, Giuseppe Luongo Bianco y Michelangelo Luongo Bianco, quienes se habían quedado a cargo de la naviera mientras volvía su padre. Se decide que fuera Antonio, el mayor, quien vaya a América, a buscar a su padre, suponían lo peor. Antonio siguió las huellas dejadas por su padre averiguando con los paisanos amigos de los distintos lugares que visitó Don Francesco, hasta llegar a Venezuela.

Cuando Antonio Luongo llegó al Puerto de La Guaira en Venezuela, le explicaron que para ir a Caripe, tenía que tomar un vapor de una linea Holandesa, que hacía cabotaje desde Bahamas hasta Panamá y viceversa, pasando por varios puertos venezolanos, incluyendo El Muelle de Cariaco, cercano a Cumaná. Una vez en El Muelle de Cariaco, había que subir la montaña a caballo, via el pueblo de Santa María, por dos días, según el clima, hasta Caripe. Era un viaje relativamente corto y fácil si no llovía. Asi que desde La Guaira era fácil ir a Caripe, vía El Muelle de Cariaco, pero, Antonio Luongo supo que el servicio de los vapores, no contemplaba parar más en Venezuela hasta que el país le pagara una indemnización a la naviera Holandesa, pues los vapores habían sido atacados y dañados durante una reciente montonera contra el gobierno. Asi pues, que no había vapores. Antonio Luongo supo todo esto en La Guaira y también que podía tomar desde allí un tres puños (pequeño velero) hasta el puerto de Carenero, donde podía comprar un caballo y llegar hasta Caripe por el camino de los llanos, vía Maturín. Así lo hizo, en compañia de un baqueano que contrató, además los asalta caminos, fieras y demás inconvenientes, requerían diseñar una logística para el viaje de unos 15 días.

Tratando de vadear el Río Unare, Antonio y su baqueano se disponían a ayudar a una gente que trataba de cruzar el río, con 600 mulas cargadas sin que se mojaran los sacos de café que traían. Insólitamente, se trataba de Don Francesco su padre, que había tenido que traer su café desde Caripe hasta La Guaira, por tierra, a causa del problema de los vapores, de otro modo, habría embarcado su café desde El Muelle de Cariaco hacia U.S.A.. Es de suponerse la emoción de padre e hijo en ese fortuito y feliz encuentro. Acordaron llevar juntos el café a La Guaira, pues había el compromiso de enviarlo a Nueva York por medio de la Casa Bauer & Cía., eran 1.200 Quintales. Después de cumplir su compromiso, descansaron en Caracas unos días y se fueron para Caripe a caballo.

Nunca supe exactamente por qué no llegaban las cartas de Don Francesco a Italia, supongo que como las enviaban via vapores que atracaban en el Muelle de Cariaco, en el trasbordo del correo al vapor que iba para Italia se perdían. Pero que bueno que ocurrió así, si no, Antonio Luongo, no habría ido a Caripe, a ver los negocios de su padre.....

Don Francesco Tepedino Bianco con su boina y Don Antonio Luongo Bianco en la casa Luongo en Caripe.

Ya en Caripe Antonio Luongo de 30 años, conoce y se enamora perdidamente de Herminia Cabello Palomo de 20 años. Una linda venezolana de origen español, perteneciente a distinguidas familias de Barcelona, Cumaná y Carcas. Era hija del Gral. Juan Felix Cabello Rojas y su esposa Eduvigis Palomo De Armas. El Gral. Cabello se refugió en Caripe por razones políticas, bajo la protección de su primo hermano, Gerónimo Cabello, gran productor de café de Caripe. El Gral. Juan Felix Cabello Rojas era hijo de Gerónimo Cabello de V y su esposa Manuela Rojas de Aristiguieta. Herminia Cabello Palomo, pertenecía a una familia muy conservadora y tradicinalista de Cumaná que no quería aceptar a un musiú Italiano a quien nadie en Vzla. le conocía la familia. Aunque fuera hijo de Don Francesco, admirado empresario, no lo querían, pero, prevaleció el amor y se comprometieron. Más adelante, hubo manera de demostrar que en Padula y Salerno los Luongo eran una familia honorable, pero, Italia quedaba muy lejos.

Empeñada su palabra de matrimonio con Herminia en Caripe, Antonio regresa a Italia con su padre. Al poco tiempo, regresa Antonio para casarse con Herminia en Caripe. Don Francesco Luongo jamás volvió a Venezuela, organizaron todo para que Antonio se ocupara de los negocios de Caripe, que era un hombre joven y capaz y Don Francesco ya entrado en años se quedó con sus negocios de Padula y Salerno.

Arminio Luongo, Juan Bautista Simonpietri, Antonio Rodríguez Luongo y el Sr Francisco Luongo Cabello.

El resultado fué bueno para Venezuela, estos señores, empresarios cultos y muy trabajadores, formaron unas familias donde es tradición ser profesional, o empresario y además buén padre.
No es raro ver frecuentemente entre estas familias gente que se destaque en política, profesionalmente, como empresarios, pero, lo más importante, son gente de bién que produce en su seno familiar gente de bién, como invaluable aporte a nuestra queridísima Venezuela.