Reportajes

Caminar entre verdes y azules, escuchar el silencio de los caminos, respetar las señales de la naturaleza son las cosas simples que suavizan el alma. Si quieres sentir que puedes viajar al pasado, te invito a ir conmigo a San Fernando, el recorrido lo hicimos tomando el atajo de las papas (ya en otro relato te conte sobre él) el mismo nos conduce inmediatamente después del paso del río al sector El Copey.

Luego de varias cuestas y un camino multicolor con preciosas flores, se llega a otro sector llamado El Banqueado, por allí avanzamos hasta salir a la carretera nacional , después a la derecha sentido parroquia San Agustín y como a unos más de doscientos metros recto, se cruza a la derecha  por una carretera de piedra rodeada de casas, sembradíos de berenjena y flores entre faroles chinos, dalias,  la elegante flor de navidad, pinos, mucho verde y árboles adultos adornados con barba de palo.

Cuando terminas el paso libre se encuentra un portón, inmediatamente después de unos cuantos metros de recorrido entre pinos y cafetos esta la hacienda y casona San Fernando, una propiedad que data del año 1900 aproximadamente.

Es impresionante ir caminando entre el verdor de los cafetos a los lados del camino y divisar a lo lejos una hermosísima casona  de color ladrillo y unos listelos pintados de azúl mediterráneo, esta casona guarda el esplendor de su época, allí parece que hemos encontrado un pasaje para viajar en el tiempo.

San Fernando es la hacienda de café, la marca de su café y una casa colonial restaurada en sus interiores que conserva sus pisos originales y esta apartada de todo, es un ambiente rodeado de imponentes montañas, con vistas espectaculares, no es lo mismo que yo se  los cuente a que ustedes lo vean y lo disfruten.

Experimente la sensación que estuve en otra época. En la casa vive el matrimonio de Luis Alejandro Pietrini y Felira  Payares, una pareja de ingenieros de petróleo encantadora, su amabilidad para mostrarnos su hogar dice mucho de su simpatía y Educación. La propiedad es una sucesión de los hermanos Pietrini Simonpietri, herencia del matrimonio del señor Antonio Pietrini Silva y la señora Josefina Simonpietri Luongo fueron ellos quienes adquirieron la propiedad en sus años de juventud, hace aproximadamente 120 años.

Cuando compararon la propiedad se llamaba los tres muertos, dicen que tenía ese nombre porque allí encontraron sin vida  a tres personas. Luego con el paso de los años el señor Antonio decidió cambiar el nombre para rendir homenaje a un hijo que tristemente había muerto niño quien  se llamaba Fernando. En la entrada de la casa después del zaguán a la derecha esta una imagen de San Fernando.

La casa tiene dos plantas, hay una escalera interna que permite la comunicación entre ambas. La segunda planta tiene unos balcones que seguramente hace que los ojos se inumden con la majestuosidad del paisaje. También hay un corredor que conecta la cocina con el jardín interno.

Inmediatamente a la casa abres una puerta y allí esta el beneficio de café, con todas sus máquinas esperando la cosecha que ya está próxima (Diciembre/Enero). En la época del matrimonio Pietrini Simonpietri se hacían muchas actividades para festejar las celebraciones populares de la comunidad, allí los trabajadores de confianza tenían una casa donde vivían, incluso una bodega donde hacían sus compras.

En la década de los años  ochenta  esta hacienda trajo mano de obra procedente de Colombia para la recolección del café, esto debido al auge cafetalero de la época y a las políticas migratorias implementadas por el presidente Luis Herrera Campins. Les debo decir que San Fernando ha tenido una labor social importante en el sector, el aporte de agua de los manantiales que se encuentran en la hacienda,  para beneficiar a muchas familias del Banqueado y sus adyacencias. Aún en el presente se siguen beneficiando. Felicitaciones para la pareja de Luis Alejandro y Felira por mantener en excelentes condiciones una joya de la historia cafetalera de Caripe.

Hasta una próxima entrega, espero lo hayan disfrutado. Se les quiere.

Fotos de Sandra Giannantonio.