Reportajes

Es un auténtico privilegio compartir con ustedes las maravillas con las que nos aguardan los caminos, éstos que permiten conectar los poblados y hacerlos más cercanos. Son muchos unos muy visibles mientras que otros estan escondidos igual todos guardan los secretos de sus caminantes. Les aseguro que estos caminos con sus bellos colores, sorprenden, relajan, recrean, inspiran y nos ayudan a alimentar el alma. Cada caminata es una experiencia fascinante que quisiera repetir cientos de veces. Les cuento sobre otro acceso para llegar al sector de La Florida que no es el de la vía principal hacia Teresén, este es un atajo.

    
Aquí les muestro otro acceso para llegar a el sector La Florida, les cuento es un atajo que esta por el poblado de Buenos Aires, al lado del Club de igual nombre, por allí está un hermoso camino que por mucho que pregunté a quienes lo transitan no tiene nombre.

En su recorrido se disfruta de una vegetación de colores brillantes, árboles de Copey hermosísimos, cafetales a los lados también hay una quebrada que da más frescura al lugar y su paso lo hace más divertido. Al terminar el camino ya estas en la Florida, un sector donde la mayoría de las casas tienen jardines con abundantes flores, las rosas en su variedad de colores son las reinas del lugar.

    
Cuando llegamos parecía un pueblo sólo, casi todos estaban en la iglesia evangélica que es una casa más en el mismo poblado, los cantos y alabanzas que salían de ella nos indicaron su ubicación. Me gusto ver rostros de personas conocidas sus sonrisas inundaron mis ojos de alegría.

Subimos por una camineria hecha de cemento con escalones bastante amplios, la misma tiene un agradable paisaje que se acompaña del aroma de las hierbas y sembradíos que están a sus alrededores. Al finalizar ese trayecto hay varías casas entre ellas la iglesia.

  
Avanzamos luego por la carretera, después de varias cuestas llegamos hasta una construcción a ambos lados de la misma continúan los caminos, él de la izquierda tiene salida a la población de Bella Vista por supuesto que unos cuantos kilómetros de caminata, en otra oportunidad haremos ese recorrido. Allí descansamos y nos resguardamos de la lluvia momentánea y aprovechamos para almorzar.

El descenso lo disfrutamos mucho, unas magníficas vistas del pueblo que aguarda y permanece quieto. Nos dió tiempo de visitar el huerto de la amiga María García quién vive bastante cerca de la iglesia, tiene unas cuántas plantas de Cacao, sus frutos tienen un color rojizo espectacular, además de caraotas, berenjenas, rosas, naranjas, maíz y caña que degustamos con mucho agrado por su suavidad, una parada que nos acercó con nuestros afectos del pasado.

    
La señora María hace unos sombreros de ala ancha con moriche ( fibra que extrae de la planta de cambur). Me llamo la atención un árbol de mango del cual guinadaban algunas piedras, por supuesto que le pregunté la razón y su respuesta fué: "es para que echen los mangos bajitos" Wuao sabiduría popular. Aquí les dejo algunas fotografías. Hasta una próxima caminata. Un abrazo de bendiciones.

Fotos de Sandra Giannantonio.