Reportajes

Recorrer los caminos que me llevaron al poblado de Bella Vista es como volver a los lugares del alma. Este recorrido estuvo impregnado de sentimientos encontrados la alegría de disfrutar la belleza de la naturaleza, un sol radiante, una vegetación multicolor, un camino con historia familiar y la melancolía de saber que aunque el paisaje sigue igual de bello las personas que solías ver ya no están allí para alegrar el viaje con una sonrisa.

Iniciamos la caminata tomando el camino de Rosario, éste es un atajo que une el sector Concha de Coco con Las Delicias, empieza en el final de la calle Bastardo, cruzas un puente metálico y enseguida están las cuestas del camino.

Mucho verde, algunas casas, sembradíos de maiz,  yuca entre otros así como una muy buena panorámica del pueblo cuando se llega a la cima.

Después de subir abre paso a la población de Las Delicias, por allí pasamos por el Instituto Bíblico, aún mantiene la hermosura de sus jardines.

Seguimos andando para llegar a nuestro destino que fué la población de Bella Vista, tierra de mis abuelos maternos Clotilde y Ramón, una tierra donde la agricultura es su actividad principal, igualmente las flores abundan silvestres con una belleza que deslumbra.

Pudimos contemplar los vestigios de lo que fue la primera escuela,  una construcción por lo que se ve  era de barro y zin.

Conseguimos tiempo para visitar la hacienda de la familia Luongo , la casona conserva su elegancia.

Así me despido hasta una próxima oportunidad.

Fotos de Sandra Giannantonio.